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Nuevo decreto de respuesta a la diversidad en el marco de un sistema educativo inclusivo, para el alumnado de centros no universitarios (Consejo de Gobierno 18-6-2024)

18 Junio 2024

  • El nuevo Decreto representa una importante actualización de la normativa sobre la respuesta a la diversidad, con la perspectiva de la inclusión como eje vertebrador.

El Consejo de Gobierno ha aprobado en su sesión de hoy, a propuesta del consejero de Educación, el nuevo Decreto de respuesta a la diversidad en el marco de un sistema educativo inclusivo, para las alumnas y alumnos de los centros docentes no universitarios de Euskadi.

La nueva norma hoy aprobada deroga el actualmente vigente Decreto 118/1998, de 23 de junio (Decreto de ordenación de la respuesta educativa al alumnado con necesidades educativas especiales). Pero más allá de derogarlo, representa una revisión, actualización y adecuación integral del contenido de aquél, una actualización que incorpora la perspectiva de la inclusión como eje vertebrador de la respuesta a la diversidad. No en vano, la escuela inclusiva es una de las líneas estratégicas del Departamento de Educación.

El nuevo Decreto refleja el cambio de paradigma que se ha producido en el ámbito de la respuesta a la diversidad en las últimas décadas (desde la aprobación del Decreto de 1998 –que representó un importante hito como norma avanzada a su tiempo- hasta la actualidad). Un cambio de paradigma basado en el trabajo realizado durante estos años, la experiencia acumulada, y en los importantes cambios sociales que se han producido en este tiempo. En ese camino, conceptos como la integración y la compensación de desigualdades han sido superados por la inclusión y la equidad.

Así, se pasa de un concepto de escuela integradora y comprensiva –que recogía la anterior norma- a hablar del desarrollo de una escuela inclusiva que dé una respuesta de calidad a todo el alumnado, tal como queda reflejado en el Decreto actual; de un Decreto que se centraba en el alumnado con Necesidades Educativas Especiales, a otro que habla de respuesta a la diversidad, más acorde con el camino recorrido por el Sistema Educativo Vasco durante décadas.

Por tanto, el nuevo Decreto define la escuela inclusiva como aquella que garantiza no sólo que todo el alumnado tenga acceso a una educación de calidad, sino que además pretende que la totalidad del alumnado alcance el mayor nivel de desarrollo de las competencias para la vida.

Medidas y apoyos

Uno de los elementos más relevantes que aporta el Decreto hoy aprobado es que define, de manera muy extensa y precisa, las medidas y los apoyos para dar respuesta a la diversidad, estructurándolos en tres niveles. Distingue medidas y apoyos universales, complementarios e intensivos.

  • Medidas y apoyos universales: se dirigen a todo el alumnado e inciden en todos los ámbitos de la educación y en todos los entornos de aprendizaje. Los aplican todos los profesionales del centro. Tienen un carácter proactivo y preventivo, para favorecer la detección temprana de dificultades y la identificación de barreras. Estas medidas y apoyos tendrán el Diseño Universal para el Aprendizaje (DUA) como enfoque principal del proceso de enseñanza-aprendizaje.
  • Medidas y apoyos complementarios: son todas aquellas actuaciones y prácticas educativas destinadas a la superación de barreras a aplicar cuando las medidas universales no han sido suficientes para ajustar la respuesta pedagógica. Focalizan la intervención educativa en aquellas barreras que comprometen el proceso de aprendizaje y dificultan el desarrollo personal. Pueden ser individuales o dirigidas a un grupo específico (programas de respuesta a la diversidad, como el programa de diversificación curricular; programas de refuerzo lingüístico, como el programa Eusle; la atención domiciliaria u hospitalaria... son algunos ejemplos).
  • Medidas y apoyos intensivos: actuaciones y prácticas educativas destinadas a la superación de barreras cuando las medidas y apoyos universales y complementarias no son suficientes. Son actuaciones educativas extraordinarias, adaptadas a la singularidad de los alumnos y alumnas con necesidades educativas especiales, que permiten ajustar la respuesta educativa de forma transversal, con una frecuencia regular y sin límite temporal. Se deben aplicar principalmente en el aula ordinaria de manera contextualizada e inclusiva, y facilitar la máxima participación en las situaciones educativas del centro y aula.

En este apartado de medidas y apoyos, el Decreto incide en las medidas y apoyos universales, basadas en lo que se conoce como DUA (Diseño Universal para el Aprendizaje), es decir, llegar a todo el alumnado (no solo al que presenta necesidades específicas de apoyo educativo), con una metodología que implica entender que todos tienen capacidad de participar. En este enfoque de la atención a la diversidad, la evaluación psicopedagógica deja de ser columna vertebral, para dar mayor protagonismo al proceso de identificación de barreras en un contexto normalizado, con el profesorado, en el día a día del aula ordinaria.

Formación, innovación e investigación

A diferencia del anterior Decreto, y como consecuencia de la evolución anteriormente señalada, el nuevo texto otorga relevancia –como elementos imprescindibles para una adecuada respuesta a la diversidad- a la formación del profesorado, que tiene que responder al nuevo paradigma arriba descrito, a la innovación y la investigación o al papel del personal no docente. Subraya, igualmente, la necesidad de contar con la participación y la implicación de las familias, de trabajar con las asociaciones del tercer sector, o de colaborar con otras instituciones, fundamentalmente de los ámbitos de la salud y de las políticas sociales.

Recoge, asimismo, la realidad de la escolarización compartida que hoy en día ya se produce en el Sistema Educativo Vasco: alumnado que unos días a la semana acude a su centro escolar ordinario, pero combinan esa escolarización con un centro que cuenta con un programa de servicios integrados.

Triple objetivo

Con todo, el nuevo Decreto persigue un triple objetivo:

  • Garantizar a todos los niños, niñas y adolescentes el ejercicio del derecho a una adecuada respuesta educativa a la diversidad.
  • Crear entornos físicos y curriculares que sean accesibles para todas las alumnas y alumnos desde un enfoque de Diseño Universal para el Aprendizaje, haciendo así realidad el concepto “escuela para todos y todas”.
  • Conseguir el fin último de que cada alumna y alumno desarrolle sus competencias al máximo, haciendo hincapié en la corresponsabilidad en el diseño e implementación de las nuevas propuestas que se establecen las responsabilidades de los diferentes agentes educativos.